O Dierbaar België

Sophie Allegaert y Heikki Verdurme llevan juntos www.odierbaarbelgie.be, la plataforma para alojamientos insólitos en Bélgica. Ella es periodista, él fotógrafo y ambos colaboran con numerosas revistas. O sea, saben como nadie dónde se esconden los lugares más divertidos. ¡Estas son las joyas «a prueba de niños» que recomiendan para tu escapada a Brujas! Ah, y como la mitad del equipo de O Dierbaar België vive en la ciudad, cada una de ellas se ha probado a fondo, y más de una vez... ¡Con los peques!

¿Qué hacer con niños en Brujas?

1. ¡No te pierdas estos clásicos!

No puedes visitar Brujas sin subir al Campanario y darte un paseo en lancha. Así que, conquista esas 366 escaleras y ve cómo la ciudad domina magistralmente el entorno. Pero ojo, los que demoren bajarán con los oídos taponados. A continuación, haz un recorrido en lancha y admira la Ciudad Patrimonio de la Humanidad desde el agua. Está permitido saludar a los lugareños. Por cierto, ellos mismos suelen embarcarse una vez al año para ver su propia ciudad desde un ángulo diferente.

2. Concertgebouw Circuit

La cultura no es aburrida. Y cuanto antes lo aprendan tus traviesos diablillos, mejor. Este recorrido por el Concertgebouw (sala de conciertos) les permitirá experimentar por sí mismos lo apasionantes que pueden ser el arte y la arquitectura. Descubrirán a su ritmo todos los rincones y lo demás que esconde el Concertgebouw. Se pondrán a hacer música con las instalaciones sonoras interactivas y disfrutarán de una vista privilegiada en la terraza de la azotea. ¡Una actividad de primera!

3. Historium

Lo que ves con tus propios ojos, se te queda grabado en la mente. Fiel a este dicho, Historium te catapultará al Siglo de Oro de Brujas y, más concretamente, al año 1435. Deambularás por el puerto de antaño, curiosearás en el taller de Jan van Eyck y husmearás en la casa de baños. En cuanto te pongas esas gafas de realidad virtual, el fascinante mundo de tiempos remotos cobrará vida en un instante.

4. Graaf Visartpark

Media Brujas aprendió a montar en bici en el Graaf Visartpark (Parque conde Visart). Además del parque de educación vial en medio de la vegetación, aquí también os aguarda una bonita zona infantil, construida con troncos de árboles. Para que tus peques se lo pasen en grande con las redes para trepar, los columpios y los toboganes. Una pasarela de madera atraviesa esa zona de juegos y os llevará por las prácticas fuentes para beber implantadas aquí y allá. El parque se encuentra en las afueras de la ciudad.

De compras con los peques en Brujas

5. Lunabloom

Aquí solo hay cosas bonitas: para niñas y niños pequeños y grandes. En esta tienda nada desentona. Tiene los conjuntos más chulos, los peluches más mimosos y las mochilas más monas. Muy práctico para una excursión en la ciudad. Cuidado: aquí, las mamás también se volverán locas.

6. Brugs Brickhouse

Los aficionados a los ladrillos de Lego lo tendrán complicado para no flipar con este cielo de Lego dirigido por un ferviente fan brujense de la emblemática marca. Aquí encontrarás prácticamente toda la gama de Lego. El horizonte urbano de Nueva York, el Batmóvil, Hogwarts de Harry Potter, Spiderman, un árbol bonsái... Si existe como kit de Lego, en esta tienda lo tienen.

7. De Krokodil

Una juguetería de verdad. Una con juguetes de madera de calidad, triciclos de carga mini, casas de muñecas gigantes, una inmensa colección de juegos de mesa, castillos para pequeños caballeros, castañuelas, kits de manualidades, diábolos, zancos, puzles, rompecabezas, camas de princesa rosadas y una biblioteca solo con libros divertidos. Bienvenido a De Krokodil.

8. Pim Pam Poen

Pimpampoentje es como se llama a la mariquita en Brujas. Y esta zapatería infantil homónima —toda una referencia en la ciudad— es igual de mona. Repleta de zapatos infantiles «funky», alegres y atrevidos. Desde las zapatillas más coloridas hasta las botitas de pelo de poni con estampado de tigre. Es decir, calzado en el que querrás culebrear tus pies incluso de adulto.

Comer y beber con los peques en Brujas

9. Un pícnic en el Koningin Astridpark

Cerca del precioso parque Koningin Astridpark, o «jardín botánico» como lo llaman los vecinos de Brujas, aguarda el Triángulo de Oro. En la panadería Schaeverbeke, podrás comprar pan, «pistolets» y los pasteles más sabrosos; una esquina más allá, Jan & Lucrèce venden fruta, verdura, ensaladas y zumos, y en la última esquina, Hof Maertens exhibe su carne de crianza propia, directamente de la granja. O sea, prepara tu pícnic en un abrir y cerrar de ojos para devorarlo en el Astridpark. Pegado al quiosco, junto a la fuente o al lado del nuevo parque infantil, aquí siempre se almuerza con vistas.

10. Un helado de Da Vinci

Da Vinci es un fenómeno. A cualquier hora del día, verás turistas y lugareños haciendo cola pacientemente. Todo es casero y la variedad es abrumadora. Los que pierdan el norte con tanto helado, se quedarán encantados con las sugerencias expertas y pequeñas catas para acertar

11. Una batido friki de Balthasar

Los que salgan con los más pequeños, disfrutarán de la elegante tranquilidad de Balthasar y de su gran oferta saludable: copas de smoothies, zumos naturales, tostadas con aguacate... Los críos se lanzarán con el mismo entusiasmo a por uno de esos imponentes batidos de Balthasar. Chocolate, vainilla o fresa rematados con un montón de «toppings», gofre y dónut incluidos. No vaya a ser que te entre hambre en las próximas horas...

12. Festín de pizzas en Amuni

Come tu pizza en Burg, una de esas plazas emblemáticas de Brujas. En la esquina encontrarás a Amuni, donde se hornean deliciosas pizzas de masa madre. Elaboradas con harina ecológica y adornadas con ingredientes italianos procedentes de pequeños productores. Reserva tu mesa en la pequeña terraza delante del restaurante. Así, tras devorar su pizza, los críos podrán hacer de las suyas en Burg mientras tú los vigilas. ¡La noche perfecta!